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[Sociología moderna: escolasticismo social]

[texto manuscrito]

Antonio Mora


La mujer, el niño, la plebe no son susceptibles de disciplina propia; tienen que ser dirigidos y constreñidos. En los tres la emoción o la imaginación predominan sobre el pensamiento. En los tres esa inferioridad resulta de su propia naturaleza. Querer que la mujer y el pueblo alcancen una mayoridad espiritual es querer que dejen de ser lo que son. Es querer que el niño sea adulto en el momento en que es niño. ¡A tan necios deseos y estériles especulaciones conduce la desorientación cristista!

Los bizantinos, que perdían el tiempo versando puntillos de gramática, los escolásticos que se disipaban en sutilezas absurdas, en nada aventajan, en la necedad y esterilidad del esfuerzo, a los hombres modernos, que discuten con minucia sistemas sociales, doctrinas económicas, problemas de pseudo-gobierno, lejos de todo sentido de la realidad y de la vida. ¿Qué es Karl Marx sino un bizantino? ¿Qué es toda la agitación moderna de la sociología sino un escolasticismo en lo social?

Es esto lo que nadie ve. Y todos caen en el mismo error, de tomar como cosas serias sus devaneos sociales, utopías sin belleza siquiera, obras dignas de ser parte de la biblioteca de Pantagruel [?] o de compartir el mismo estante con el De Modo Cacandi de Tartareto.

Las obras de Marx, de (…), de […] ¡Que sería para figurar, con propiedad, en una biblioteca de manicomio!


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